En India, el yoga es una forma de vida filosófica que incluye varios principios: comportamiento hacia los demás y hacia uno mismo, estilo de vida, higiene corporal , ejercicios físicos, trabajo de respiración, meditación , búsqueda espiritual… Todos estos elementos tienen como finalidad la armonía del cuerpo. y la mente del hombre con el mundo que le rodea. En Occidente, el yoga a menudo incluye solo algunos de estos pasos: posturas («asanas» en sánscrito), ejercicios de respiración («pranayamas») y meditación («Pratyahara»). Pero estas tres ramas ya son suficientes para traer muchos beneficios a todos los practicantes. Resumen de los principales beneficios.

1. RESPIRAMOS MEJOR

En el yoga, la respiración y el aliento (el «prâna» en sánscrito) son esenciales y están coordinados con los movimientos. Algunos cursos incluso incluyen sistemáticamente ejercicios específicos de respiración, » pranayamas» (que se puede traducir como control de la respiración). Te permiten aprender a controlar mejor tu respiración. Pero también para depurar y fortalecer el organismo mediante «automasajes de los órganos» que se realizan por inspiración, espiración y retención de aire con los pulmones vacíos o llenos. Además, al respirar profundamente, el cerebro pero también la sangre, los tejidos, los músculos… se oxigenan mejor.

2. NOS RELAJAMOS

¡Ser flexible no consiste sólo en lograr tocar los pies con los dedos flexionando el busto! Las posturas de yoga pretenden suavizar muchas partes del cuerpo que se encuentran anudadas, tensas, bloqueadas… o simplemente que nunca o apenas movemos en el día a día. El interés es que trabajaremos la flexibilidad de la columna pero también la de las caderas, rodillas, tobillos, muñecas, ciertos músculos naturalmente contraídos (psoas, isquiotibiales…)… es una oportunidad para (re)descubrir su ¡anatomía!

3. FORTALECE TU ESPALDA

Muchas posturas suavizan y estiran la columna, lo que ayuda a «descomprimir» las vértebras. Además, tonifica y fortalece todos los músculos que sostienen la espalda, respetando una buena alineación del cuerpo. Excelente para prevenir dolores de espalda en personas sedentarias o determinados deportistas. La práctica regular ayuda a liberar tensiones en la parte superior de la espalda (cuello, nuca, hombros, etc.), a fortalecer la zona dorso-lumbar y la faja abdominal. ¡Todo para una espalda fuerte!

4. FORTALECEMOS NUESTRAS ARTICULACIONES

Moviliza y activa todas las articulaciones (tendones y ligamentos) y los músculos que las rodean. Mantener las posturas durante varios minutos relaja los músculos y los tendones, que luego se vuelven más suaves y flexibles. Así, se reduce el riesgo de lesiones porque las articulaciones se fortalecen y son más propensas a soportar los golpes y tensiones de caminar, bajar escaleras o incluso practicar deportes como correr por ejemplo.

5. MEJORA LA POSTURA Y EL EQUILIBRIO

Durante la práctica, el énfasis está en alinear el cuerpo, fortalecer y suavizar la espalda. ¡Inevitablemente, terminamos erguidos de forma natural! Muchas poses también funcionan en el equilibrio . Como resultado, mejoramos nuestra sensibilidad propioceptiva (que permite que el cerebro ajuste de forma natural la posición y los movimientos del cuerpo en el espacio) y realizamos movimientos más precisos minimizando el riesgo de caídas y lesiones.

6. NOS VOLVEMOS MÁS ZEN

Aprender a «soltar», a vivir plenamente el momento presente, a llevar la mente de vuelta al «aquí y ahora» , te permite despejar la cabeza y deshacerte de las preocupaciones cotidianas o pensamientos parásitos. Y por qué no, para dar tus primeros pasos hacia la meditación. Tan pronto como la práctica se vuelve regular, manejamos el estrés de manera diferente, aprendemos a tomar la distancia correcta de los demás y de los eventos de la vida.

7. TONIFICAMOS NUESTRA SILUETA

El yoga trabaja todos los músculos del cuerpo de forma más o menos suave. Los músculos se fortalecen, alargan, relajan. Practicados con regularidad, ciertos ejercicios respiratorios (los «pranayamas») fortalecen en profundidad los músculos abdominales. Muchas posturas pueden estimular determinadas glándulas (como la tiroides), masajear los órganos digestivos y favorecer así la eliminación de toxinas y el adelgazamiento . Y, en general, el yoga te hace querer vivir más sano, comer mejor y cuidar mejor tu cuerpo.

8. AUMENTA TU CONCENTRACIÓN

La alineación del cuerpo, la respiración sincronizada con los movimientos, los tiempos de descanso entre cada postura o al final de las secuencias, las contracciones de determinadas partes del cuerpo durante las posturas… son todos elementos que permiten mejorar la capacidad de concentrarse . Aprendes a canalizar tu energía y usarla de una manera más positiva y pacífica.

9. DESARROLLAMOS NUESTRA FUERZA

Al mantener las posturas durante cierto tiempo, el yoga aumenta la resistencia muscular y la propensión a realizar esfuerzos. Al relajar los músculos, suavizar y fortalecer las articulaciones, el cuerpo aprende a recuperarse mejor entre cada esfuerzo y se fortalece en su conjunto.

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